Usos gastronómicos
En la cocina se utiliza el bulbo cómo verdura fresca. Cortado en trozos como la cebolla para la ensalada, asado o cocido con otras verduras y aliñado, en tortillas, o cómo ingrediente en los guisos. Su sabor es suave y anisado, y su valor calórico es muy bajo, unas 20 kcal. por 100 gr, ventaja que se suma a sus propiedades cómo equilibrante del sistema digestivo y del sistema inmunitario.
Los tallos tiernos del hinojo se utilizan mucho en la cocina más tradicional mediterránea para aderezar guisos de legumbres, puesto que al cocerse junto a los demás ingredientes, le aportan suavidad y sabor, y además favorecen la digestión de la legumbre, que a veces puede ser indigesta. También se pueden consumir cocidos y aliñados o en tortilla, pero para éste tipo de preparaciones tienen que ser muy, muy tiernos.
Los tallos duros de la planta también se utilizan para hacer infusiones, su uso cómo digestivo es muy frecuente, normalmente mezclado con otras aromáticas que complementan sus propiedades como digestivo y depurativo. Otro uso poco conocido de éstos tallos duros, es su papel en la elaboración de encurtidos, para la preparación de las típicas berenjenas de Almagro y para aromatizar las aceitunas encurtidas.
La semilla del hinojo es muy apreciada en España y toda la cuenca mediterránea para aromatizar postres y panes, aunque se confunde fácilmente con el anís verde que es muy parecido. Es muy frecuente utilizarlo para aromatizar los postres en la cocina tradicional de Semana Santa, además se utiliza en la destilación de una bebida muy común en nuestras mesas, el anís, que se destila a partir de anís verde, anís estrellado o hinojo y que se consume ampliamente en la gastronomía española. También se utiliza cómo ingrediente de otros licores espirituosos.