El Huevo

Comer huevos

Los adultos sanos pueden comer huevos sin que se afecte significativamente el riesgo de enfermedad coronaria.


A esta conclusión llega un estudio publicado online en la revista Risk Analysis del mes de Noviembre del 2008, cuyo objetivo ha sido evaluar el riesgo de enfermedad coronaria asociado con el consumo de huevos, comparado con el riesgo derivado de estilos de vida modificables como son fumar, seguir una dieta insaludable, tener sobrepeso u obesidad y la inactividad física.

El estudio ha sido realizado utilizando los datos utilizando los datos de las Encuestas Nacionales sobre Nutrición y Salud (NHANES) para clasificar a la población de los Estados Unidos en varios grupos de acuerdo con sus estilos de vida modificables. Esta población supone el 85% de los adultos de los EEUU con 25 o más años y el 86% de las mujeres de 25 o más años.

Los resultados del análisis han sido los siguientes:

- El consumo de 1 huevo diario contribuye en menos del 1% al riesgo de enfermedad coronaria.

- Los estilos de vida modificables (fumar, dieta insaludable, sobrepeso u obesidad e inactividad física) contribuyen entre un 30% y un 40% al riesgo de enfermedad coronaria, mientras que los factores de riesgo inevitables, como los genéticos, y potencialmente tratables, como la hipertensión arterial y la diabetes, contribuyen entre un 60% y un 70%.

El estudio, financiado por el Egg NUtrition Center de los EEUU, apoya los resultados de los trabajos de investigación que vienen tratando de destruir, desde hace años, el mito de que el consumo de huevos se asocia con el incremento del riesgo de desarrollar la enfermedad coronaria.

Calidad

Lo fundamental es que sean frescos, aunque es preferible dejar transcurrir 24 horas entre la puesta y el consumo. Existen diferentes maneras de comprobar su frescura.

Una de ellas es mirarlos al trasluz y observar la cámara de aire: cuanto más pequeña, más fresco es el huevo. Otra es sumergirlos en agua: si flotan, es mejor desecharlos; si se mantienen entre dos aguas, son aceptables; si quedan pegados al fondo, son frescos.

Según el reglamento de la UE, las categorías de los huevos son las siquientes:

- Supergrandes (XL): más de 73 grs.
- Grandes (L): entre 63 y 73 grs.
- Medianos (M): entre 53 y 63 grs.
- Pequeños (S): menos de 53 grs.

Color

El color del huevo viene determinado por la raza de la gallina que lo ha puesto y no tiene nada que ver con su calidad, valor nutritivo o sabor.

Consumo

Los huevos de gallina son los que más se consumen.
Sin embargo, se toman también los de pata o de oca, de sabor más intenso, además de los de codorniz, por ser un ingrediente muy decorativo, e incluso los de avestruz.

Tipos de huevos

Con el objeto de que los consumidores puedan distinguir el tipo de huevo que desean adquirir, el código impreso sobre la cáscara, indica de forma clara e inequívoca la forma de cría de las gallinas que los han puesto.

Huevos de gallinas criadas en jaulas.

Las gallinas ponedoras se alojan en jaulas. y tienen a su disposición comederos y bebederos y una superficie de 550 cm2/ave. Las jaulas disponen del espacio suficiente como para alojar a un pequeño grupo de gallinas, con lo que se facilita el establecimiento de la jerarquía y se reducen los problemas de picaje entre las aves.

La alimentación, el agua y los riesgos de contaminación ambiental están perfectamente controlados, ya que las naves de ponedoras mantienen una estricta bioseguridad, es decir, se evita el contacto de las gallinas con otros animales, lo que permite reducir la posible transmisión de enfermedades a la granja.

Huevos de gallinas criadas en suelo.

Las gallinas criadas en suelo están alojadas en naves que disponen de comederos y bebederos. La densidad de aves no debe ser superior a 9 gallinas por m2 de superficie utilizable donde disponen de libertad de movimientos y pueden interactuar entre sí y con el medio ambiente de la nave.

Las condiciones ambientales de la nave pueden no ser uniformes ya que dependen de la distribución espacial de las aves. Además, el acceso a comederos y bebederos puede verse condicionado por la presión de las aves de mayor posición jerárquica sobre las más débiles. También hay más riesgo de que los huevos se pongan fuera del nidal y, por tanto, se ensucien o sean picados por las gallinas.

Huevos de gallinas camperas.

Las gallinas disponen de una nave en las mismas condiciones que las establecidas para las gallinas en suelo, y además, tienen acceso durante todo el día a un terreno al aire libre en el que pueden picotear, escarbar o darse baños de tierra.

Este sistema permite a las aves una mayor interacción entre si y con el medio ambiente que les rodea. El inconveniente es que los predadores puedan atacar a las aves y el riesgo de transmisión de enfermedades y de contaminación por parte de elementos externos es más elevado.

Huevos de producción ecológica.

Esta forma de producción se define en los reglamentos de producción ecológica, entre los que se contempla, por ejemplo, que la alimentación de estas aves debe estar compuesta en un 80% por alimentos procedentes de la agricultura ecológica y está prohibido el uso de medicamentos o antibióticos que no estén expresamente autorizados para la producción ecológica.

Los controles para este tipo de producción y el registro de sus explotaciones dependen de los correspondientes consejos reguladores de la Agricultura Ecológica de las Comunidades Autónomas.

Salmonelosis

Un huevo fresco, limpio, procedente de gallinas ponedoras sanas, recogido y manejado en condiciones higiénicas de garantía, no alberga contaminación en su interior, es un alimento seguro en su origen. Pero como producto "vivo" experimenta cambios que pueden alterar su calidad. Por ello, desde el momento de la puesta hasta su consumo, todas las operaciones deben realizarse correctamente para evitar deterioros en sus cualidades nutritivas, sanitarias y gastronómicas.

El Instituto de Estudios del Huevo considera importante recordar una serie de normas de especial interés para el consumidor:

1. Compre siempre huevos con la cáscara intacta y limpia.
2. Respete la fecha de consumo preferente que está impresa en el envase del huevo.
3. No lave los huevos antes de meterlos en el frigorífico para su conservación.
4. Cuaje bien las tortillas y manténgalas en refrigeración.
5. Prepare la mahonesa con la máxima higiene y consérvela en el frigorífico hasta su consumo.
6. No rompa el huevo en el borde de los recipientes donde lo vaya a batir.
7. Por razones de higiene, el recipiente de batido debe emplearse únicamente para esta operación.
8. No separe las claras de las yemas con la propia cáscara del huevo.
9. No deje los huevos, ni los alimentos que los contengan, a temperatura ambiente.
10. Conserve siempre en el frigorífico los pasteles, natillas, salsas, etc. y consúmalos en las veinticuatro horas siguientes a su elaboración.

Para mantener sus cualidades organolépticas es importante conservar los huevos alejados de fuentes de olores extraños que pueden afectar a su sabor.

Fuente: Instituto de Estudios del Huevo

A la rica proteína

El huevo es un alimento de un gran valor nutritivo, característico de la dieta mediterránea, y muy consumido debido a su gran versatilidad, pues se puede preparar de muchas formas, muchas formas, todas ellas sabrosas.

La clara está formada por agua, proteínas, sodio y vitaminas del grupo B.

La yema contiene proteínas, ácidos grasos saturados y poliinsaturados y colesterol.

Al contrario de lo que popularmente se cree, no existen diferencias nutricionales entre los huevos blancos y los huevos morenos. El color del huevo viene determinado por la raza de la gallina que lo ha puesto y no tiene nada que ver con su calidad, valor nutritivo o sabor.

También muy al contrario de las creencias populares, el huevo no es malo para el hígado. El huevo no es indigesto: se puede comer a cualquier hora, aunque siempre se recomienda comerlo cocido mejor que frito, y tampoco es recomendable tomarlo crudo.

El colesterol que contiene el huevo no es perjudicial para la salud. Es cierto que el huevo tiene un gran contenido en colesterol, pero tiene la misma cantidad de colesterol "bueno" (HDL), por lo que no corremos el riesgo de padecer problemas cardiovasculares por su consumo (que dependen del nivel de colesterol en sangre).

Es por todo ello que la Asociación Americana del Corazón acepta que se puede consumir hasta 1 huevo diario siempre que se siga una dieta cardiosaludable. También es aconsejable su consumo por su alto contenido en colina, un componente muy importante en diversos procesos metabólicos, cuya deficiencia puede derivar en problemas hepáticos, de crecimiento, infertilidad o pérdida de memoria.

:okMe lo he leido tooooodo

Y ke te parece?

Muy bien!!!

vaya que interesante, me voy a dar a los huevos.

Estan muy bien los articulos, de donde los sacas

Asias, pos buscando en internet

De nada

El huevo es un alimento con proteínas de muy buena calidad, ricos en minerales y vitaminas de los grupos A y B.

Su uso es muy habitual en la gastronomía, así que debemos saber cómo conservarlos, manipularlos y cocinarlos correctamente.

Por ejemplo, cuando vayamos a guardar los huevos en el frigorífico nunca debemos limpiarlos con agua o un paño húmedo, ya que si lo hacemos estaremos eliminando la película protectora de su cáscara y permitiendo el paso de sustancias que pueden contaminarlos.

A la hora de prepararlos, siempre debes lavarte las manos y limpiar bien los utensilios que vayas a emplear.

Y recuerda que debes romper la cáscara del huevo golpeando el borde con un recipiente distinto al que vayas a utilizar para batirlo.

Por último, no olvides que la opción menos recomendable para consumir un huevo es tomarlo crudo.

En cambio, tienes alternativas mucho más sanas como hervirlo, hacerlo escalfado, asado al horno, revuelto o en tortilla.

Las personas con alergia al huevo deben ser muy cuidadosas con lo que comen.

Y esa precaución empieza ya en el momento de hacer la compra.

Es necesario leer bien las etiquetas de los alimentos envasados y fijarnos en la lista de ingredientes de cada uno porque muchos productos incluyen derivados del huevo en su composición.

Ya en la cocina, hay que tener especial cuidado en no contaminar los alimentos durante su proceso de elaboración.

Por ello, debemos ser muy precavidos y no utilizar batidoras o utensilios de cocina que previamente se hayan mezclado con un huevo.

Además, los alérgicos al huevo han de evitar incluso su contacto o inhalación, ya que sus efectos nocivos para estas personas pueden transmitirse también durante el proceso de manipulado y cocinado.