La leche materna permite que los niños desarrollen una adecuada tolerabilidad a los alimentos, pero cuando no es posible proporcionarla, hay que encontrar una alternativa eficaz para alimentar a la niñez.
El doctor Ricardo Rueda, director asociado de Investigación y Desarrollo de la División Nutricional de Abbott, señala que una adecuada selección de la fórmula infantil es esencial, sobre todo para evitar aquellas que utilizan aceite de oleína de palma en su composición.
El consumo de ésta es inconveniente en muchos casos, puesto que cuando el intestino la procesa se forman sales insolubles que le impiden al infante absorber grasas, energía y calcio de manera adecuada. Además estas fórmulas pueden causar estreñimiento cuando se consumen en alta proporción.
“A nivel intestinal, cuando se forman estas sales, se producen heces más duras. Este proceso provoca el estreñimiento, el cual se relaciona con la tolerabilidad o intolerabilidad de los alimentos, durante los tres primeros años de vida, que son clave para el desarrollo de los niños”, agrega el especialista.
Los padres deben leer las etiquetas de los productos y elegir aquellas fórmulas infantiles que contengan vitaminas y minerales que ayuden a fortalecer el sistema inmunológico y contribuyan a formar huesos y dientes fuertes.