El frigorífico no es un armario donde dejar la comida en el primer hueco que encontremos.
De hecho, es muy importante que tengas los alimentos bien organizados en la nevera porque esto garantiza su correcta conservación.
Evita que los productos toquen la pared del fondo del refrigerador y colócalos bien separados unos de otros para que circule el aire correctamente.
Tienes que seguir un orden en la ubicación de cada uno de los alimentos dentro del frigorífico.
Por ejemplo, coloca en el estante superior los lácteos y los huevos; en el del centro, guarda los cocinados y los productos listos para consumir, como embutidos o mayonesa; por último, los crudos como aves, carnes y pescados, debes dejarlos en la parte inferior para prevenir su contaminación.
Nunca introduzcas alimentos calientes en la nevera, ni guardes restos de en latas de conserva.
En su lugar, utiliza siempre recipientes herméticos especialmente indicados para una buena conservación.
Y recuerda, el frigorífico no sirve para almacenar cosas, así que no lo sobrecargues o corres el riesgo de que dañar su funcionamiento.