Finley conectado a máquinas en el hospital
Congelan a un bebé para lograr que su corazón siga latiendoEl pequeño Finley Burton permaneció congelado cuatro días en la cama del hospital vestido sólo con un pañal, y conectado a una enorme variedad de máquinas. El duro tratamiento salvó la vida del pequeño. (TERRA.cl)
LONDRES, junio 17.- Un bebé inglés de pocos meses de vida fue congelado para lograr que su corazón siga latiendo con bajo ritmo cardíaco y sobreviva así tras la operación a la que fue sometido.
El pequeño Finley Burton permaneció cuatro días en la cama del hospital sin abrigo y sólo vestido con un pañal, y conectado a una enorme variedad de máquinas. Sin embargo, el duro tratamiento salvó la vida del pequeño.
Según informa el diario Daily Mail, el bebé tardó cuatro días recuperarse lo que fue una verdadera agonía para su madre, Donna Link-Emery, y su padre, Aaron Burton.
"Hemos tenido mucho miedo. Pensamos que lo íbamos a perder. Su corazón latía muy rápido y rezamos para que sobreviviera", dijo Donna.
La pareja, residente en Easington, condado de Durham, en Inglaterra, llevó a Finley al doctor cuando tenía diez semanas de vida porque no subía de peso y tenía dificultades respiratorias. El médico lo transfirió de inmediato al Hospital de la Universidad de North Durham.
"Tuve un embarazo normal y no se veía nada en los escáneres que me hicieron, por lo que esperaba que fuera una visita de rutina", explicó la madre. Pero el médico que examinó el corazón del niño oyó algo anormal y solicitó una ecografía y un ultrasonido cardíaco, además de un electrocardiograma y una radiografía. Las pruebas mostraron que Finley tenía un enorme agujero en la parte de arriba del corazón y otro más pequeño en la parte de abajo.
Fue enviado luego al Freeman Hospital, en Newcastle, cuyos médicos descubrieron un problema congénito que hacía que la aorta, la principal arteria del corazón, se estrechara. Este problema obligaba al corazón del bebé a trabajar a 200 latidos por minuto lo que hacía al bebé quedar sin aliento y estar demasiado cansado para comer adecuadamente. Las pocas calorías que ingería las usaba para mantener el corazón latiendo y los pulmones funcionando.
El bebé Finley
Finley tuvo que ser sometido a dos operaciones de emergencia cuando sólo tenía 16 semanas para bloquear el agujero y corregir el problema arterial, pero sufrió complicaciones.
Su corazón entró en una taquicardia ectópica, un latido rápido que puede ser fatal, y los doctores decidieron bajar su temperatura a 33,4°C para estabilizar el órgano. La temperatura normal de un bebé es de 37°C.
El proceso implicó introducir el cuerpo del pequeño en una “bolsa fría” a la que se bombeaba aire frío para mantener baja la temperatura corporal del niño. Eso afectó su metabolismo y redujo su frecuencia de latido cardíaco. Después, fue puesto sobre una manta fría.
"Fue todo muy rápido y preocupante. Nada te prepara para ver a tu bebé en el hospital de esa manera. Sólo podía llorar", relató la madre.
Tras este proceso, Finley fue gradualmente sacado de su parálisis, su temperatura volvió a la normalidad y su corazón empezó a latir bien de nuevo. El bebé pasó otros 12 días en el hospital antes de que se le permitiera volver a casa, donde se recupera adecuadamente, aunque necesita chequeos cada ocho semanas.
Asif Hasan, el cirujano que lo operó, indicó que "después de la cirugía cardíaca, el latido del corazón a veces sube debido al estrés de la operación. Hay que mantener fríos a los pacientes para conseguir un ritmo de latido normal. Finley sufrió una operación importante para un niño tan pequeño y estamos muy satisfechos de cómo se está recuperando".