Desecación:
Esta técnica está especialmente recomendada para setas poco carnosas como morillas, rebozuelos, trompetas de los muertos...
Existen varios métodos para realizar la desecación:
- Atravesándolas con un hilo y congelándolas en un lugar ventilado
- Cortándolas en láminas y dejándolas secar sobre un papel en la placa del horno a 50º o encima de un radiador
Para la utilización de estas setas deshidratadas, debemos sumergirlas en agua fría, cambiando el agua varias veces.
Otro método de rehidratación es convertirlas en polvo y emplearlas como condimento o cocinarlas al vapor.
Si se van a utilizar en guisos se pueden echar directamente a la cacerola.